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Consejos y errores a evitar en la venta y alquiler

Publicado por Raül Botella Mejias en 18/03/2016
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Consejos y errores a evitar en la venta y alquiler de nuestro inmueble.  Contar con un profesional que nos ayude, sitúe el precio de mercado y sobretodo nos de confianza. Que conozca bien la zona y el mercado en la situación actual. Y que utilice todos los canales de venta/alquiler posibles para poder hacer llegar nuestro inmueble al potencial comprador. Principales portales inmobiliarios,  nuevas tecnologías, redes sociales y formas de comunicación son claves actualmente. Poco tiene que ver la manera de funcionar de la inmobiliaria del siglo XX con la del siglo XXI, ya que el mercado inmobiliario y la publicidad, han sufrido muchos cambios al respecto en los últimos años.

Por otro lado, no siempre la inmobiliaria líder o más famosa va a ser quien trate mejor o tenga más dedicación en nuestra vivienda o inmueble. Muchas veces la cercanía, la “inmobiliaria del barrio” que es la que conoce el día a día de la zona, las personas, las transacciones que se realizan, las demandas de la gente, es quien mejor nos podrá ayudar.

Importante. Para que el profesional elegido pueda concentrar todos sus esfuerzos en conseguir el objetivo común, la venta o el alquiler, es fundamental dejarse asesorar, no cerrarse en banda a rebajas o posibles ajustes de precio. Escuchar las ofertas, siempre diferenciando las que son realmente coherentes. Evitar el error de tener anuncios con diferentes precios que acaban devaluando el producto y perdiendo toda la credibilidad de venta. Y recordar que el precio lo marca el mercado,  el ajuste entre oferta y demanda, la comparativa de transacciones realizadas, y una serie de valoraciones objetivas en que el agente inmobiliario nos podrá ayudar a valorar. Para ello, la dedicación en exclusiva de un profesional de confianza es imprescindible para maximizar dedicación y esfuerzo. El profesional, como es lógico, siempre va a centrar sus esfuerzos, inversión en publicidad, marketing,  tiempo, etc. en los inmuebles donde dispone de la confianza de sus clientes vendedores/arrendadores,  y por tanto va a poder recuperar esa inversión realizada necesaria.

La idea de utilizar a “cuando más inmobiliarias mejor” para poder conseguir la venta lo antes posible es del todo errónea. Se entra en una batalla de anuncios, precios diversos, carteles, información sesgada, conflictos,  que queman totalmente el producto (devaluándolo más si cabe), además que el esfuerzo e interés dedicado por cada una de estas inmobiliarias va a ser prácticamente nulo al no tener ninguna confianza en poder asegurar al comprador, ni poder recuperar su inversión, y evidentemente a nadie le gusta perder ni el tiempo ni dedicar esfuerzos en vano.

En el caso del alquiler esta situación es aún más flagrante. Si el buen profesional, que realiza bien su trabajo, filtrando al máximo los candidatos, seleccionando a los perfiles de clientes que nos aporten más seguridad tanto para cuidar nuestro inmueble como para asegurar el cobro del alquiler. Que estén el máximo tiempo posible, mantener el nivel óptimo de rentabilidad y en definitiva ahorrarnos problemas. En el momento que incentivamos la prisa por ser el primero, echamos por tierra todo ese esfuerzo, nadie va a tener interés en filtrar sino en ser el más listo por ser el primero y cobrar los honorarios, independientemente de quien “coloquen” en su inmueble. Por tanto, una vez más estamos perjudicando al buen profesional y sobre todo a uno mismo.

Así pues, el acierto a la hora de contratar un buen profesional inmobiliario, es fundamental a la hora de poder conseguir tener opciones de vender o alquilar nuestra vivienda.

Y siguiendo los consejos de nuestro agente inmobiliario sobre todo a la hora de buscar un precio adecuado para nuestro inmueble, ajustándolo al mercado y momento preciso es clave. La actitud de “no tengo prisa, yo pido esto, voy a esperar,… realmente indica que no hay decisión para realizar la venta, o simplemente engañarse a uno mismo y perder el tiempo. La realidad es que pasará los días, meses… y acabaremos teniendo que bajar el precio y probablemente vender a un importe inferior al que nos ofrecían inicialmente o nos había asesorado el profesional.

Del mismo modo el valor “sentimental” o “emocional” que a menudo se pretende transmitir y valorar, de nada le sirve al comprador.

Que la vivienda tenga un buen aspecto es en estos momentos muy importante. Todo entra por la vista. La experiencia nos demuestra que salvo inversores o demanda para reforma, por mucho que queramos explicar el cómo quedaría si estuviera pintado, limpio, olores etc… no todo el mundo es capaz de imaginarse las cosas como quedarían y se descartan muchas por no transmitir buena impresión.  A menudo unos muebles anticuados o destartalados, en lugar de añadir valor lo que hacen es devaluar el inmueble.

Plantearse realizar una inversión en limpieza, pintura, algo de decoración, reparaciones para poner a punto la vivienda… –véase Home Staging–  son técnicas de márquetin inmobiliario que buscan potenciar al máximo los puntos fuertes de una vivienda y disimular, también al máximo, sus debilidades siendo este tipo de acciones muy a tener en cuenta ya en el presente y futuro de la compraventa y el mundo inmobiliario.